Los arquitectos Takaharu y Yui Tezuka renovaron un preescolar en Tachikawa, suburbio a una hora del centro de Tokio. La institución era conocida por su método Montessori, sus largas jornadas, las actividades al aire libre y el aceptar niños de todas las clases sociales.
El proyecto consiste en un edificio circular, con una azotea-deck en madera para jugar. Se mantuvieron todos los árboles (olmos), por lo que "perforan" la construcción. En las áreas exteriores hay una quinta orgánica, y tienen conejos y cabras.
Pero quizás lo que más llama la atención es que no hay paredes interiores ni siquiera en los baños. Los arquitectos dicen haber temido que los padres se quejaran de esta excesiva apertura, pero que finalmente fue muy bien aceptada.
El proyecto consiste en un edificio circular, con una azotea-deck en madera para jugar. Se mantuvieron todos los árboles (olmos), por lo que "perforan" la construcción. En las áreas exteriores hay una quinta orgánica, y tienen conejos y cabras.
Pero quizás lo que más llama la atención es que no hay paredes interiores ni siquiera en los baños. Los arquitectos dicen haber temido que los padres se quejaran de esta excesiva apertura, pero que finalmente fue muy bien aceptada.
Y una anécdota un poco tonta: los arquitectos cuentan que midieron las separaciones de las barandas para que los niños pudieran sacar las piernas por allí hacia el patio debajo. También hay toboganes que bajan desde el techo. Creo que la mayoría de las maestras uruguayas no hubiera permitido estas cosas.
bonus track: Un precioso video hecho por la revista Detail, donde el arq explica la importancia de los dibujos a mano, detalles de como pasan los árboles a través del edificio, la estructura en zig zag, etc. (En inglés.)
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