jueves, 21 de enero de 2010

AA Visiting School Chile

Estamos en pleno enero, en Santiago de Chile, en la P. Universidad Católica. Un grupo de casi 40 latinoamericanos ha decidido dejar las vacaciones y venir a aprender a un taller con docentes de la Architectural Association, quizás la Escuela de Arquitectura más famosa del mundo. El proyecto consiste en repensar las infraestructuras deportivas existentes y agregar las necesarias para los Juegos Sudamericanos ODESUR en 2014, en el contexto del polígono del Estadio Nacional (similar al Parque Batlle y el Centenario). Son 10 días de intenso trabajo de taller, conferencias y tutorías de software (Rhino, Grasshopper, Digital Project), entre 12 y 20 hs en la Universidad por día(¡!), a veces disfrutándolo y a veces sufriendo un poco también…
El proyecto se dividió en 2 escalas que debían dialogar entre sí: urbanismo-paisaje y arquitectura. El resultado del equipo (Pato Paredes, Pancho Silva,  Chauriye y yo) fue el siguiente…


Al mapear e indexar el predio, diferenciamos 2 áreas. Por un lado el área con las infraestructuras deportivas, de escala metropolitana, la del deporte profesional, con reglas estrictas y previsibles. Por otro lado el resto, el “terrain vague”, un área sin reglas, imprevisible. Una oportunidad para el futuro, un área indeterminada, quizás un parque para el barrio, o viviendas “olímpicas”, etc.
Quisimos acentuar esa diferencia entre las 2 áreas, concentrando las infraestructuras deportivas y manteniendo libre el resto. Propusimos poner un límite al desarrollo de esas infraestructuras, creando un desnivel que contuviera los nuevos programas. (Aunque también ese desnivel conecta las 2 áreas, permitiendo una relación entre los deportes formales y la vida diaria.)


En la escala edilicia, empezamos analizando distintos sistemas estructurales que nos permitieran grandes luces, analizando la tipología, los materiales, y cómo se podía integrar los espacios y el programa a esa estructura.
La estrategia fue integrar la topografía (el desnivel), la estructura (grandes luces), el cerramiento (que permitiera la entrada de luz de forma controlada) y los servicios (debajo de las gradas). De esa manera el desnivel exterior se transforma en las gradas de los gimnasios y también en su techo. El techo se deforma, para techar una plaza de acceso y permitir una circulación en diagonal.
Creo que las estrategias del máster plan y la arquitectónica son bastante coherentes entre sí.
mas info, otro grupo, en plataforma1, 2