El lunes inaugura otro edificio increíble de SANAA (Sejima+Nishizawa), esta vez el centro de estudiantes del campus de la Politécnica de Lausanne, en Suiza. Todos los programas están en un espacio único, fluido, abierto, solo separados por patios de distintos tamaños. Además, el edificio ondula o se alabea, para crear distintos niveles, subdividir sutilmente, y también impide que todo el espacio pueda ser visto de una vez.
El desafío estructural era lograr esas enormes luces, y los Arquitectos no querían vigas ni detalles que rompieran la simplicidad del planteo. El piso es de hormigón, y la cubierta es metálica y está soportada por una grilla de pilares metálicos cada 9 metros. Pero el piso no tiene pilares, funciona como enormes cúpulas chatas. En el sector del medio del arco, la losa llega a tener 80 cm de espesor (¡!), y 20 mas para las instalaciones. En algunas partes fue necesario utilizar hierros hasta de 50 mm (¡!) de grosor.
Es otro edificio de SANAA que parece replicar literalmente lo que era la maqueta, o los renders. La obra mantiene ese espacio fluido, abierto, transparente, ligero...
Me hizo acordar a una entrevista que les hicieron en la revista Croquis, donde cuentan que en una Casa (la del huerto de ciruelos) querían mantener las paredes delgadas como en los diagramas o la maqueta, así que los muros exteriores tienen 55 mm y los interiores 16 mm (¡!). Y decían después que si bien eso probablemente no llegaba a la aislación mínima, el confort pasa por otros lados también...
Cuando vaya, que no me olvide del skate.
Cuando vaya, que no me olvide del skate.